La forma narrativa de la historia rompe con la tradición formal de narrar las historias periodísticas porque está escrita en segunda persona. En otras palabras, dialoga al lector y le cuenta su propia experiencia de lo vivido; narra sus vicisitudes, le advierte y le aconseja, pero siempre manteniendo la tensión narrativa. El narrador es un periodista que ha vivido y explica en profundidad lo vivido, y se decide a contarlo al lector, como si fuera su guía más cercano.